Proporciona una visión clara y estructurada de los indicadores clave de desempeño, permitiendo una toma de decisiones más informada y estratégica.
Facilita el monitoreo continuo del progreso hacia los objetivos, identifica áreas de mejora y asegura que las acciones estén alineadas con la visión y metas de la organización. Además, optimiza la eficiencia en la gestión al proporcionar datos en tiempo real y permite una respuesta rápida a posibles desviaciones o problemas emergentes.