Las empresas europeas se enfrentan a una decisión estratégica: ¿qué solución cloud no solo cumple con los requisitos técnicos, sino que también garantiza privacidad, cumplimiento normativo e independencia tecnológica? La procedencia del proveedor cloud se ha convertido en una cuestión clave para todo el continente.
Así lo confirma el informe Bitkom Cloud Report 2025: el 97 % de las empresas alemanas consideran el país de origen al seleccionar su proveedor cloud. A nivel europeo, una encuesta de Capgemini revela que el 68 % de las administraciones públicas perciben un alto riesgo legal al estar sujetas a jurisdicciones extranjeras como el US CLOUD Act.
La confianza no se negocia – la dependencia sí
En Europa, la dependencia de hyperscalers no europeos es vista cada vez más como un riesgo. En Alemania, el 78 % de las empresas lo considera un tema crítico, y la mitad está revisando activamente su estrategia cloud debido a los cambios geopolíticos. Esta preocupación también crece en otros países, impulsada por la inestabilidad regulatoria, las tensiones internacionales y el aumento de los ciberataques.
Hoy en día, no basta con tener centros de datos en Europa. Lo importante es: ¿quién controla el stack tecnológico? ¿Quién desarrolla el código? ¿Y bajo qué jurisdicción opera la infraestructura, incluidas las capas de gestión, orquestación y seguridad?
No basta con el lugar – importa el stack tecnológico
Guardar datos en Hamburgo, Zúrich o Madrid no es suficiente si el control plane – la parte de la nube que gobierna el sistema – así como las plataformas, APIs y sistemas de seguridad, siguen estando sujetos a jurisdicciones externas. Esto incluye también la cadena de suministro de software, los parches, las actualizaciones e incluso el acceso a metadatos.
Este debate no es solo una cuestión jurídica. Afecta directamente a la capacidad de actuación de las empresas europeas: resiliencia, ciberseguridad, innovación y soberanía digital están en juego.
Modelos cloud: el control marca la diferencia
Los patrones de uso muestran preferencias claras, especialmente en sectores regulados. En Alemania, el 74 % utiliza entornos de cloud privada, mientras que el 59 % emplea ofertas de cloud pública. En Suiza y España se observan tendencias similares, especialmente en sectores como finanzas, salud y administración pública.
Un análisis reciente de McKinsey lo deja claro: aunque el 75 % de las empresas europeas utiliza tecnología cloud, solo el 20 % aprovecha todo su potencial económico. ¿Una de las razones clave? Falta de control sobre la arquitectura, la gestión de datos y los mecanismos de seguridad – especialmente al depender de proveedores no europeos de cloud pública.
La respuesta europea: modelos de nube soberana
Frente a estos desafíos, los modelos de nube soberana representan la solución europea. Las nubes privadas e híbridas – operadas bajo estándares europeos y dentro de marcos jurídicos europeos – permiten cumplir con los requisitos regulatorios sin renunciar a la innovación.
Lo fundamental ya no es solo la ubicación física del centro de datos, sino el control total sobre la infraestructura tecnológica. En concreto:
- Propiedad del control plane: Control total sobre la orquestación, la segmentación de red y las políticas de seguridad.
- Arquitectura Zero Trust: Aplicación estricta del principio de mínimos privilegios, microsegmentación y acceso basado en roles.
- Seguridad en la cadena de suministro: Supervisión completa del stack de software y hardware, incluidas actualizaciones, parches y el código fuente.
- Estándares abiertos e interoperables: Evitar el bloqueo tecnológico (vendor lock-in) mediante interoperabilidad basada en OpenStack, Kubernetes, almacenamiento compatible con S3 y APIs estandarizadas.
- Resiliencia ante riesgos geopolíticos: Protección frente a sanciones, injerencias jurídicas externas y cambios regulatorios fuera del ámbito europeo.
Pese a todos estos requisitos, las expectativas sobre los proveedores europeos son claras: rendimiento y escalabilidad deben estar al nivel de los hyperscalers. Según Bitkom, solo entre el 7 % y el 8 % de las empresas están dispuestas a aceptar menos funcionalidades o un mayor coste a cambio de soberanía digital.
El mensaje es claro: la soberanía digital no puede ser un lujo. Debe convertirse en el nuevo estándar – tecnológica, económica y operativamente.
CONVOTIS – Su nube. Su ubicación. Su futuro.
Las conclusiones son evidentes: la soberanía de los datos, la independencia tecnológica y el cumplimiento normativo ya no son opcionales. Las organizaciones que actúan hoy con visión soberana no solo protegen su integridad jurídica, sino que sientan las bases para una resiliencia sostenible, mayor capacidad de innovación y éxito a largo plazo.
Aquí es donde actúa CONVOTIS: nuestras soluciones cloud ofrecen control total – alto rendimiento, conformidad con el RGPD y sin dependencia de terceros fuera de Europa. Nuestros centros de datos se encuentran exclusivamente en Alemania, Suiza y dentro de la UE. Nuestra arquitectura combina la máxima seguridad con la escalabilidad y el rendimiento que usted espera de los grandes proveedores globales.
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